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Consumo de bebidas alcohólicas y ambientes laborales

Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.24 en 2007) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.

Las encuestas demuestran que el consumo de bebidas alcohólicas ocurre con más frecuencia en las etapas productivas de la vida; la mayor parte de los bebedores fuertes y de los dependientes están integrados a la fuerza de trabajo. Un porcentaje considerable de los problemas no son provocados por los alcohólicos, sino por personas que, sin serlo, bebieron en exceso o en circunstancias de riesgo en las que se suponía no debían hacerlo.

 

Cabe señalar que las intervenciones en el lugar de trabajo muestran un elevado nivel de efectividad en la modificación de las prácticas de consumo y en la reducción de problemas asociados con el abuso.

 

El alcoholismo y el abuso de bebidas alcohólicas son un grave problema de salud pública que se asocia a las diez principales causas de muerte.

 

Por otra parte, indicadores epidemiológicos muestran que el consumo de alcohol entre la población ha aumentado en los últimos 10 años, al igual que los problemas asociados a esta práctica. Los efectos dañinos del abuso en el consumo de bebidas alcohólicas en los planos individual, familiar y social son evidentes. Los problemas en la economía familiar se suman a los ocasionados por la violencia, por la disminución de la productividad y de la prosperidad individual y social, así como por el sufrimiento moral del propio bebedor y de terceras personas.


¿Qué es lo que AA no hace?


Desde hace muchos años, los problemas ocasionados por el consumo de bebidas alcohólicas han sido motivo de preocupación, no sólo para las autoridades de salud, sino para los diferentes sectores de la población debido a las graves consecuencias que provocan. En 1979, la Asamblea de la OMS dejó formalmente establecido que “Los problemas relacionados con el abuso del alcohol están entre los problemas de salud pública más importantes en el mundo”.

 

En 1983 la Asamblea de ese organismo expresó que el incremento del consumo de alcohol y de los daños relacionados con éste, era incompatible con la meta de alcanzar la “salud para todos en el año 2000”. Asimismo, numerosos reportes no dejan lugar a dudas sobre la importancia del alcoholismo y las consecuencias derivadas del abuso del alcohol en el mundo. El Programa contra el alcoholismo y el abuso de bebidas alcohólicas debe enfrentar este gran problema de salud. Recordemos que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos incluye a la protección de la salud como un derecho de toda la población.

 

Actualmente no existe duda sobre la importancia y las repercusiones del alcoholismo y del abuso de bebidas alcohólicas. Las acciones contra el alcoholismo se iniciaron desde mucho tiempo, pero hasta hace unas décadas se generaron programas específicos contra las adicciones.

 

Al igual que en muchos países del mundo, en México el abuso de bebidas alcohólicas y la dependencia del alcohol representan un problema de principal magnitud, tanto por los costos que generan a la sociedad y al sistema de salud, como por los efectos en los individuos y en las familias.

 

Se ha estimado que en México el abuso de alcohol, por sí solo, representa 9% del peso total de la enfermedad y que los padecimientos asociados como la cirrosis hepática, la dependencia alcohólica, las lesiones producidas por vehículos de motor, los homicidios y los suicidios representan causas importantes en cuanto a nivel de pérdida de años de vida saludable. Por lo que se refiere al individuo, el alcoholismo implica aislamiento social, pérdida de oportunidades laborales, dependencia económica y sufrimiento moral, con las consecuentes repercusiones en los ámbitos familiar y comunitario.

 

 

Fragmentos tomados del Programa de

acción: Adicciones. Alcoholismo y abuso de bebidas alcohólicas http://www.conadic.salud.gob.mx/pdfs/programas/alc_cap1.pdf