Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.55) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.
Rara vez hemos visto fracasar a una persona que haya seguido concienzudamente nuestro camino. Los únicos que no se recuperan son los individuos que no pueden o que no quieren entregarse de lleno a este sencillo programa; por lo general, son hombres y mujeres incapaces de ser honrados consigo mismos por su propia naturaleza.
(Alcohólicos Anónimos, pág. 63)
Hay también personas que sufren graves trastornos emocionales y mentales, aunque muchos de ellos logran recuperarse si tienen capacidad suficiente para ser sinceros.
El capítulo 10 de nuestro libro de texto está dedicado a los patrones. En este se exponen los casos de diferentes personas que encontraron la solución a su problema con la bebida. Podemos observar un común denominador en estas personas: todas tenían un desempeño excelente en su trabajo, eran buenos vendedores, comerciantes, banqueros, gerentes, etcétera.
Esto demuestra que los alcohólicos son productivos, talentosos, imaginativos y hasta agradables cuando no beben. Tomando en consideración lo anterior, ¿no valdría la pena ayudarles? ¿Acaso no se tiene consideración con otros empleados que sufren padecimientos como la diabetes, enfermedades respiratorias o cáncer? Usted como patrón, ¿estaría dispuesto a ayudarlo y aconsejarlo?
Se considera que la enfermedad del alcoholismo ocupa el cuarto lugar a nivel mundial. Como patrón o jefe de personal de una empresa puede optar por lo siguiente:
a) No enfrentar el problema y negar que el alcoholismo sea un factor de riesgo para la empresa.
b) Usar el despido de la persona como forma de lidiar con el problema.
c) Estar consciente de que existe un programa que ayuda a hombres y mujeres a lograr la sobriedad por medio de los Doce Pasos y las Doce Tradiciones.