· 

Nuestra Política de Relaciones Públicas

Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.58) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.

La Undécima Tradición de Alcohólicos Anónimos nació de una larga y agotadora experiencia de relaciones públicas. En la actualidad se enuncia así:

 

«Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine».

 

Desde el nacimiento de Alcohólicos Anónimos, el 10 de junio de 1935, el apoyo

que la comunidad recibió y sigue recibiendo de una multitud de amigos sinceros, contribuyó grandemente para que aa se desarrollara como lo ha hecho a lo largo de casi ochenta y cuatro años. En todas partes del mundo, una cantidad inmensa de publicidad favorable de toda índole, ha sido el medio principal para atraer a los alcohólicos a nuestra comunidad.

 

Algunas de las interrogantes que se plantearon los miembros fundadores fueron las siguientes: ¿Cómo tratar a los empleadores que deseaban ayuda especial? ¿Cuál debía ser nuestra actitud correcta hacia los campos de la educación alcohólica, la investigación, la rehabilitación, tanto privada como pública? ¿Qué íbamos a decir a las prisiones y hospitales que deseaban grupos de aa dentro de sus muros? Debían encontrar soluciones prácticas para estos y muchos otros problemas similares o, de lo contrario, aa podría sufrir graves dificultades.

 

Así, cuando Alcohólicos Anónimos salió a la luz pública de forma masiva, la comunidad se enfrentó a la gran responsabilidad de elaborar la mejor política de relaciones públicas. Tras muchas experiencias dolorosas, se determinó cuál debía ser esta política. Los principios se pueden ver hoy en día en las tradiciones de aa: anonimato al cien por ciento a nivel público; no utilizar el nombre de aa en beneficio de otras causas, por buenas que sean; no apoyar empresas ajenas; llevar el mensaje es el único objetivo de aa; no tener profesionalismo; manejar nuestras relaciones públicas por la atracción y no la promoción. En muchos aspectos, es lo contrario de las acostumbradas tácticas publicitarias.

 

Nuestro cofundador Bill W. consideraba que especialmente para los aa, el estar a la vista del público podría ser peligroso, dado el temperamento y la personalidad de la mayoría de nuestros miembros: promotores tenaces. La perspectiva de una sociedad compuesta casi exclusivamente por promotores no era algo deseable. Se dieron cuenta de que, como miembros de aa, tendríamos que ejercer control sobre nuestros impulsos. La recompensa de esa forma de proceder, ha sido más publicidad favorecedora de la que jamás pudiéramos haber generado por medio de los inventos y talentos de los mejores agentes

de publicidad de aa. Claro que aa ha requerido de algún tipo de publicidad, pero fue mejor dejar que nuestros amigos de la medicina, del clero, de los medios de comunicación, etcétera — al sentirse atraídos por la efectividad de nuestro programa — nos recomienden; dando publicidad a los principios de aa, no a sus miembros.

 

Por lo anterior, en este número realizamos una breve reseña de lo que ha significado para el crecimiento de aa, el invaluable apoyo y buena voluntad de clérigos, médicos, empleadores e instituciones; además de nuestros amigos de la prensa — periódicos, revistas, radio, televisión, etcétera —, quienes han contado fielmente nuestra historia y han publicado reportajes de importantes eventos de aa; cumpliendo así, con el objetivo de nuestra política de relaciones públicas: atraer a miles de alcohólicos a nuestra comunidad. ¡Gracias por esta gran labor desinteresada!

 

Para nuestra comunidad, es deseable seguir manteniendo esta actitud en nuestras relaciones públicas: dar publicidad a nuestros principios y no a sus miembros.

 

 

 

Continuará...