Reimpreso de (Boletín Ganar Aliados no.58) con permiso de la Central Mexicana de S.G. de A.A., A.C.
A principios del año 1941, AA contaba con 2,000 miembros; al terminar el año, con 8,000. Tal fue el tremendo impacto del artículo del Saturday Evening Post. No obstante, estas no eran sino las primeras súplicas de ayuda de las incontables que han seguido llegando a la Oficina de Servicios Generales (de Nueva York) hasta el día de hoy, enviadas por individuos y grupos de todas partes del mundo. Esta expansión fenomenal presentó otro problema de gran envergadura: al encontrarse AA en primera plana de actualidad, se tuvo que empezar a tratar con el público en general a gran escala. La mala voluntad del público podría atrofiar este crecimiento e incluso estancarlo.
Pero, la confianza entusiástica del público podría servir para estimular el desarrollo de AA hasta un grado que antes solo se pudo haber imaginado. Desde entonces, ha sido largo y arduo el proceso de hallar todas las respuestas apropiadas a todos los dilemas de relaciones públicas de aa. Tras innumerables pruebas y tanteos, a veces interrumpidos por dolorosos errores, se han descubierto las actitudes y costumbres que han resultado más convenientes y eficaces. Las de más importancia se ven ahora reflejadas en las Doce Tradiciones: cien por ciento de anonimato ante el público; ningún uso del nombre de AA en beneficio de otras causas, por muy nobles que sean; no afiliación con entidades ajenas ni respaldarlas; tener para AA un solo objetivo primordial: llevar el mensaje al alcohólico que aún esta sufriendo; no profesionalismo; relaciones públicas basadas en la atracción y no en la promoción. Estos son algunos frutos de nuestro aprendizaje por la dura experiencia.