Tantas veces nosotras las esposas, padres, novias, amigos, etc., inventamos excusas por la irresponsabilidad del adicto, llámese en el trabajo o el pago de deudas, creyendo siempre que iba a ser la última vez. Autoengaño por parte del adicto y que a su vez, nosotros tampoco quisimos darnos cuenta de su forma de beber.
Pocos problemas sociales y de salud plantean una dinámica tan compleja y preocupante como el alcoholismo y el abuso de bebidas alcohólicas, fenómenos que requieren de soluciones oportunas e integrales sobre la base de una acción amplia y participativa entre los distintos órdenes de gobierno y entre la sociedad en general.
Alcohólicos Anónimos no define al alcoholismo de una manera formal, sin embargo puede estar de acuerdo en que se describa como una compulsión física aunada a una obsesión mental; es decir, un deseo físico característico para consumir alcohol más allá de la capacidad de controlarlo.
«Desde su fundación en 1935, el programa de Alcohólicos Anónimos, ha encontrado el apoyo y la ayuda activa de miembros de la profesión Médica. Al crecer Alcohólicos Anónimos, muchos grupos compuestos por médicos generales y especialistas se han interesado progresivamente en el método de Alcohólicos Anónimos para la Recuperación del alcohólico»
También sabemos que tendemos a reproducir los patrones conductuales y de pensamiento que realizaron nuestras figuras parentales u otras que influyeron en nuestra infancia; por ello, no es extraño que cuando encontramos que una persona esta enferma de alcoholismo o que hace uso indebido del consumo de alcohol, también encontramos que existió o existe el mismo problema en el hogar de origen.